Capítulo
2: ¿Periodista o cazador?
Luke
apartó su fría mirada del camino que había cogido la persona a la
que había estado siguiendo. Preocupado por no encontrar a Flora,
alargó el brazo hasta su bolsillo y cogió el teléfono móvil. El
móvil no se encendía, acababa de dejar a Luke incomunicado. En su
cabeza, la idea de seguir al periodista era muy tentadora. Pero debía
buscar a Flora...
Apretó
los dientes y echó a andar hacia el bosque amazónico dejando atrás
las preocupaciones que también sentía.
Los
árboles dejaban pasar entre sus ramas pequeños haces de luz que
iluminaban el camino poco transitado que seguía Luke. Aunque no eran
muy abundantes, de poco en poco, se podían apreciar marcas de las
ruedas del coche en el que viajaba el periodista. Se acercaba la hora
de comer y el pequeño buscaba frutos que llevarse a la boca, pero no
había nada.
...
-Ya
verás como Luke aparece. Dale tiempo, ya sabes cómo es.-Dijo Emmy
escondiendo la preocupación que sentía-.
Daban
vueltas por la plaza, de un lado a otro. Flora preguntaba a la gente
si lo habían visto por ahí, pero todos respondían que no.
Se
acercó a una niña que estaba sentada de espaldas a ella y le puso
la mano en el hombro. Flora ya estaba desesperada por encontrarle y
su piel repitió el mismo efecto que cuando portaba la llave. El
cuerpo de la joven cambiaba de temperatura intermitentemente poniendo
su piel a 300º o a -50º en cuestión de segundos. La niña gritó
de dolor y se apartó de Flora. Miró su hombro para observar con
detenimiento la quemadura y al levantar la cabeza murmuró:
-Flora...
...
Luke
sentía que el poblado destello estaba cada vez más cerca, llegó un
momento en el que los árboles desaparecieron y un montón de casas
hechas de troncos y madera hicieron su aparición. Las flores eran
todos los colores posibles y la hierba era más verde que en ninguna
otra parte. A la entrada del poblado se encontraba aparcada la
furgoneta que estaba siguiendo. Abrió las puertas de atrás y
descubrió un montón de cámaras de video, cintas, televisores etc.
Alguien apareció por detrás y le sorprendió con un gran golpe en
la espalda. Luke quedó inconsciente dentro la furgoneta mientras que
el poblado comenzaba a llenarse de gente.
...
-Luci...
–Dijo Flora a punto de abrazarla-.
-Hacía
demasiado que no nos veíamos. ¿Cómo es que te fuiste del pueblo?
-Es
que después de que desaparecieses tú, un hombre llegó al pueblo y
me fui con él para empezar una nueva vida.
-Me
alegro mucho de volver a verte, ¿Qué haces en Bogotá?
-Estoy
investigando un secreto Maya y cosas de esas. Lo de la quemadura lo
puedo explicar...
-Tranquila,
últimamente me pasan cosas tan raras que prefiero que no me lo
cuentes.
-¿A
qué te refieres con cosas raras?
-Fui
a dar un paseo por el bosque y me encontré dos hombres espiando a un
grupo de indígenas, al día siguiente vi a varias personas que
emitían luz en frente a la entrada del bosque...
-¿Has
dicho indígenas?
-Si,
eran muy raros y luminosos.
-Luke
me habló de indígenas de ese tipo, seguro que está en el bosque
buscándolos.
-Yo
te acompaño, está a un par de quilómetros.
Luci
y Flora caminaron durante unos quince minutos hasta adentrarse en la
espesa jungla. Lugar en el que se encontraba encerrado Luke.
...
Mar
había reservado mesa en un restaurante de Bogotá, esperaba
impaciente a Azur, que ya llegaba tarde a su cita. En su lugar, sin
que Mar se diese cuenta de la diferencia, llegó su hermano gemelo.
Él se llamaba Henry y desde que se había enterado de la nueva
“amiga” de su hermano, se propuso enamorarla para quitársela a
Azur.
-Hola,
Mar. ¿Qué tal estás?
-Muy
bien, te noto diferente.
-No,
no es nada. Será la luz del ambiente.
-
¿Qué quieres pedir? Tengo hambre.
-Antes
de nada quisiera pedirte que continuemos la velada en otro lugar.
Podemos llevarnos la comida.
A
Mar no le gustaba la idea de irse del restaurante, pero cuando
menciono la palabra comida le convenció.
Se
metieron en un coche y fueron por la ciudad hasta llegar a un desvío
por la selva, allí Mar se quedó dormida y Henry se acercó a la
furgoneta en la que también dormía Luke.
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