lunes, 11 de junio de 2012

Capítulo 1 :)

Capítulo 1: Buenos días Bogotá.
Luke se despertó temprano de la forma que menos le gustaba, con el sonido de Emmy. Ya estaban todas en pie y vestidas para el gran día. Abandonarían la fría Siberia para viajar por primera vez en sus vidas a América. Bogotá, capital de Colombia, estaba llena de secretos sobre llaves que les ayudarían a avanzar en sus investigaciones. Tao abrió la puerta de su habitación para hacer la maleta, cogió las llaves del hotel, su pasaporte etc. Y se dirigió a la puerta de salida, donde se encontraría con los demás. Junto a él estaba Candela, que vestía una camiseta azul de manga corta bajo una fina chaqueta que poco le protegía del frío. Acompañados por un pantalón corto y unas sandalias. Emmy, Alice y Raquel bajaron a recepción dejando a Luke y Flora solos en la habitación.
Emmy también vestía un conjunto veraniego al contrario de Alice y Raquel que habían optado por protegerse del frío de Siberia.
Tao metió prisa al grupo para salir del lugar.
Cerraron la puerta del hotel durante una temporada y se dirigieron a la plaza principal, donde habían quedado con Mar. Ella se había puesto unos guantes de lana, aún no se había acostumbrado a no tener que usarlos, botas de montaña... Lo necesario para pasar varios días en el monte.
En el aeropuerto todos les miraban de arriba abajo, riendo al ver aquel grupo de montañeros y veraneantes que se dirigían perdidos, a la terminal 7.
Tras varios minutos de búsqueda encontraron el avión, entraron en él y despegaron hacia Colombia. En el avión, Luke, reflexionaba acerca de la carta del profesor. Emmy seguía mirando la guía de viajes con la atenta mirada de Flora sobre su hombro. Alice, Raquel y Candela pedían algo de beber a la azafata mientras que Tao buscaba el baño sin levantarse del asiento.
Pasaron las horas y cada vez se aproximaban más al nuevo continente.
Luke asomó la cabeza por la ventana, estaban sobrevolando la selva amazónica. De repente observó al fondo un centenar de pequeñas luces deslumbraban e la noche. Las siguió con la mirada muy atento. Que serían, ¿Grandes focos que se mueven?, ¿Luciérnagas gigantes?
A la mañana siguiente llegaron a Bogotá. Las casas eran muy bajas, de uno o dos pisos solamente. Pocas estaban pintadas y la mayoría se mantenía en pie ayudadas por pilares de metal que habían colocado los vecinos a su alrededor. Los chicos se separaron en una plaza con altas palmeras para ir a hacer algo de turismo.
...
Luke y Flora caminaban de la mano por una de las calles más transitadas de Bogotá. A los lados la gente montaba sus puestos para el mercado y ya algunos vendían sus productos gritando a los cuatro vientos las ofertas que exponían. Flora señaló un puesto de flores muy bien adornado y miró a Luke insinuando que le hiciese un regalo. Luke se acercó al puesto y eligió la flor. Cuando estaba a punto de pagarla escuchó detrás de él una voz desconocida que decía por teléfono:
Hoy por la tarde, a las siete exactamente, iré al poblado destello. Tú espérame allí, estoy seguro de que esta vez tendremos la noticia. Ya me lo imagino: Dos expertos periodistas descubren el secreto de un poblado indígena en la cuenca del Amazonas. No faltes, si nos descubren podrían huir.
Luke se quedó paralizado frente al vendedor de flores, estaban hablando del poblado que había visto el día anterior. Tenía que seguir a ese hombre y descubrir que eran. No solo por el misterio de aquel pueblo, sino también porque su nombre le recordaba al profesor. No sabía porque, pero le recordaba a él.
No lo dudó, le siguió por los callejones de la ciudad persiguiendo a ese misterioso personaje. De repente al salir del mercado se dio la vuelta y Luke pudo verle la cara. Tenía una larga barba y gafas de sol ovaladas. Un pelo corto moreno, una altura considerable y peso normal. Se metió en una furgoneta, la arrancó y se fue con ella cogiendo un desvió aparentemente poco transitado. El humo de la furgoneta cubrió de hollín al pobre Luke que se tuvo que apartarse del lugar rápidamente. Le había perdido la pista y solo sabía cómo era su rostro y por donde se había ido... Por desgracia, también se había olvidado de Flora, que vagaba sin rumbo por la calles de Bogotá.
...
Mar entró en un bar para descansar e intentar olvidarse del ruido que había en el mercado. Un camarero joven, de su edad, le sirvió un vaso de agua diciendo:
-Te veo cansada. ¿Has estado de compras por la ciudad?
-Si, es agotador... Y para colmo hace un calor sofocante.
-Pues yo tengo frío-Dijo el chico riendo-.
-¿Frío? Estamos a veinte grados y vengo de Siberia. Allí esto es el fin del mundo.-Respondió Mar indignada pero sonriente de todas formas, sentía algo en el chico-.
-Pues si quieres me puedes contar más sobre Siberia luego, me llamo Azur.
-Yo soy Mar, encantada de conocerte.
Y así se despidieron, contentos por haberse conocido y deseosos por volver a verse.
...
Tao empezó a regatear por unas simples chanclas ante la atenta mirada de su hermana. Candela le aseguró que no conseguiría bajarle el precio a las chanclas que le ofrecía el comerciante por cuatro dólares. Finalmente se rindió y las compró a su precio original, escuchando en el fondo las risas de su hermana. Tras ello se dirigieron a la plaza para encontrarse allí con los demás.
Al llegar vieron a todos sentados alrededor de una fuente, bebiendo de ella. Mar les contaba a Emmy y a Raquel como era Azur y Alice caminaba hacia ellos con cara de preocupación.
-¿Ocurre algo Alice?-Preguntó Tao-
-Luke... Ha desaparecido. No nos coge el teléfono y Flora dice que le perdió entre la multitud.
En aquel mercado era imposible encontrar a alguien. Había más de mil personas en tan poco espacio. Solo quedaba esperar.






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